Que es Estado de Opinión?
“Fue un Estado de Opinión el que crucificó a Jesús y dejó libre a Barrabás”, así le dijo José Fernando Isaza al entonces presidente Álvaro Uribe Vélez hace más de una década, en un foro en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En ese momento, Uribe promovía la idea de que una participación más activa e idealizada de la ciudadanía en el control del Estado sería beneficiosa para la democracia. Para él, el Estado de Opinión representaba una evolución natural y perfecta del Estado Social de Derecho.
Entender en profundidad qué es un Estado de Opinión y qué implicaciones tiene sobre el Estado de Derecho requiere más que unas cuantas palabras. Nos llevaría a una discusión profunda en las aulas de Derecho y Ciencias Políticas, invocando la teoría política y a pensadores fundamentales de la Teoría del Estado para intentar desentrañar el concepto de Estado de Derecho. Si buscas un análisis más académico, te recomiendo leer este artículo donde se profundiza en esa dirección: ¿Qué hay detrás del Estado de Opinión?.
Sin embargo, este no es un texto técnico; es, ante todo, una reflexión personal.
Hoy, en pleno 2024, casi dos decadas después de que el partido de gobierno (hoy oposición) y el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez propusieran por primera vez esta discusión, decidí retomar la conversación y crear este espacio: Estado de Opinión.
El Verdadero Significado del Estado de Opinión
Para empezar, el Estado de Opinión puede definirse como un modelo que apela a la voluntad del pueblo, esencialmente a los deseos de las mayorías. A simple vista, esto podría parecer una expresión de democracia pura, donde el poder se ejercería no mediante la ley, sino a través de las decisiones de la mayoría.
Sin embargo, este modelo es problemático en un país donde solo alrededor del 20% de los bachilleres acceden a la educación superior, y donde la calidad de dicha educación es, en el mejor de los casos, cuestionable. Un país donde las fake news se han convertido en la primera herramienta de discusión sobre temas políticos y donde los medios de comunicación han dejado de cumplir su función primordial, para convertirse en meros altavoces del poder de turno.
En un país con tantas dificultades, no solo políticas sino también sociales y económicas, los medios de comunicación han fallado en su papel esencial dentro de una democracia. En muchos casos, han sido cómplices de las tragedias que han marcado nuestra historia.
Por esta razón, y en alusión al Estado ideal que algunos sueñan, decidí crear el único Estado de Opinión posible: este. Un espacio donde prime la libertad de expresión y el sentido critico, con el objetivo de abordar temas de interés público a través de columnas de opinión y contenido en internet.
Victor A. Morales H.